Un factor importante es la sustentabilidad. Los compradores tienden a tener motivaciones criticas como, por ejemplo, la conciencia ambiental y ecológicas o el consumo crítico y ético. La compra de productos permite dar una segunda vida a la ropa y los accesorios usados. Es parte del modelo de producción de la economía circular que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes con el fin de extender el ciclo de vida de los productos.
Eso permite reducir el uso de recursos naturales y disminuir la producción de basura. En cuanto al consumo crítico y ético, los consumidores comienzan a cuestionar su propio comportamiento de compra y buscan formas alternativas de consumir la moda.